El coronavirus ha conseguido que llegue la hora de Andriy Lunin, que ante el Getafe será el portero titular del Real Madrid. El positivo de Courtois le abre de par en par la posibilidad de debutar por fin en Liga con el conjunto blanco y de volver a jugar un partido oficial 347 días después. Desde que jugó ante el Alcoyano en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, duelo que los madridistas perdieron 2-1 quedando eliminados, no se ha vuelto a poner bajo los palos para disputar un partido con algo en juego. Curiosamente, en los próximos días lo hará, como mínimo, en dos ocasiones, ya que formará de inicio en el Coliseum Alfonso Pérez y repetirá en El Collao, ya que a los blancos les ha vuelto a tocar en la competición copera con los alicantinos.
Desde su fichaje por el Real Madrid en el verano de 2018, por el momento sólo ha jugado ese partido oficial con la elástica madridista. Y es que, el pasado año, Zidane no se atrevió a rotar en la portería por el nivel de Courtois y con los blancos vivos en Liga y Champions. Hasta este momento, Ancelotti tampoco había dado el paso. Por lo tanto, el duelo ante el Getafe será muy especial para el ucraniano, que es un jugador diferente.
Lunin llamó la atención en el Real Madrid desde el día de su presentación, cuando en un perfecto castellano dio un discurso ante el presidente, los directivos, los invitados y todos los periodistas que estaban en el palco de honor un caluroso 23 de julio de 2018. El portero memorizó el discurso a la perfección. Esta no ha sido la única curiosidad de un portero que pidió matrimonio a su actual mujer en el estadio de Zorrilla mientras jugaba cedido en el Valladolid. De hecho, con Anastasia Tamazova contrajo matrimonio en marzo de 2021 en una boda muy recordada por el look que llevaba el portero y su pareja. Ambos acudieron al enlace, que fue civil, en chándal y en zapatillas de deporte.
Un portero de futuro
El ucraniano demostró en el pasado que es un diamante en bruto, motivo por el cual fichó por los blancos, cuando contaba apenas con 19 años, tras una buena temporada en la primera división de su país, donde sobresalió en el Zorya. Una temporada después se confirmó que los blancos se habían adjudicado a un portero de futuro, al llevarse el Guante de Oro del Mundial Sub-20 que ganó con Ucrania y siendo candidato al Golden Boy.
Después de temporada y media cedido en Leganés y Valladolid en la que apenas contó, se marchó a la Liga Smartbank para formar parte del Oviedo, donde se haría un hueco defendiendo la meta de los asturianos, con los que terminó certificando la permanencia. Fue allí donde se ganó su regreso al conjunto blanco el pasado curso.
Ahora tiene una nueva oportunidad de jugar, aunque esto no cambian los planes que el club y el propio jugador tienen sobre su futuro. La idea es que en este mercado de invierno salga si encuentra un equipo que le garantice los minutos que en estos momentos no tiene, ya que Courtois es el mejor portero del mundo actualmente.